All you can eat. Lalay. Nikkei japonesa

Cover 15 mil colones (no incluye bebidas)
Música en vivo 
Sábado 29 de setiembre 8:00 pm 
Reservaciones al 2281-0513


Hola mis queridos amigos, soy Lalay, la Chef de este arbolito corrongo y encantador. Quería contarles que hoy estamos de aniversario, son seis añotes ya y en este equipo no podríamos estar más felices y orgullosas de lo que hemos logrado. No ha sido un camino fácil pero sí intensamente satisfactorio. Y para celebrarlo queremos hacer un evento que regrese a las raíces de cómo se originó el Árbol de Seda. 
Déjenme contarles un poco de historia: 
El arbolito abrió un día así como hoy, también era lunes 3 de setiembre y yo no sabía en lo que me estaba metiendo. Pero la historia, sin embargo, no inicia acá sino 6 años antes. Yo tenía 19 años, un sueño muy grande y una pasión por explotar. Quería más que nada en el mundo estudiar cocina, pero esta era una carrera que se alejaba completamente de mis posibilidades y el INA tenía una lista de espera hasta el fin de los tiempos. Así que si no podía hacerlo ya como quería iba a tener que entrarle a la cocina por mi cuenta. Quería probarlo todo, cocinarlo todo: y con ayuda de libros, programas de cocina, cursos libres e internet me armé, llegó a ser tanta mi producción que la única opción que tenía era salir a vender. Y así inicié de puerta en puerta y oficina en oficina. Llegaba con una gran sonrisa y mi mochila repleta de bocadillos deliciosos. Al año siguiente entré a la UCR a Tecnología de Alimentos, fueron años de trajín, trasnochadas, pruebas y errores, aprender a punte de calle y empeño, caerme y volverme a levantar. Ir creando una clientela fiel y aprendiendo técnicas nuevas y servicio al cliente. Y todo esto se gestaba desde la cocina en casa de mi mamá: de ahí salía la magia y el amor. Y cuando tuve suficiente confianza en mí misma hice mi primer evento, igual, en la casa de mi mamá en Ciudad Colón con 20 años y todo por probarle al mundo.
Hice un all you can eat de sushi, y como todavía no conocía Facebook las invitaciones fueron de boca en boca. Fue un éxito, debieron llegar como 15 personas pero para mí era una multitud impresionante. Me sentía extasiada, como si caminara sobre el agua. Mi comida gustaba y al fin y al cabo eso es lo que queremos quienes nos dedicamos a esta noble labor, hacer feliz a las gente con comida deliciosa. Restaurar, de ahí viene la palabra restaurante, que debería ser un lugar que restaura el alma y el cuerpo con comida deliciosa y buen trato, digo, pese a la connotación negativa de esta palabra en los últimos tiempos.
Ese mismo año entré también a estudiar Artes Culinarias, ahí me enseñaron técnicas y le fui dando nombre a todo lo que había aprendido en la calle por cuenta propia.
Obviamente, este proyecto que nació chiquitito desde una cocina diminuta ha evolucionado muchísimo para estar conformado hoy por un equipo increíble y maravilloso. Este Árbol que nos ha traído tanta abundancia y que me lo ha dado todo me salvó, me ayudó a encontrar mi camino y lugar en este mundo. Y desde hace tres años en compañía de Jaz, mi maravillosa esposa que puso de cabeza mi mundo transformándolo y trayendo luz y colores hemos logrado que este proyecto hermoso tenga sentido para ser lo que es hoy. Un lugar de magia, de amor, de lucha, resiliencia y resistencia donde abundan infinidad de historias de amores que se han encontrado en estas paredes y que hoy me llenan el pecho de orgullo infinito.
Pero en fin, todo este preámbulo es porque queremos invitarlos a un evento que evoca las raíces de este Arbolito. Así como el primero, un All You Can Eat Nikkei, fusión, sushi y comida peruana.
Con toda la magia de este restaurante que tanto nos ha traído y dado. Además de un mes de sorpresas, regalos y amor.